El estrés hídrico, el gran inconveniente en la producción del aceite de oliva, aunque miramos nuestro campo con esperanza en esta nueva cosecha

 

Antes de comenzar una nueva campaña es usual realizar diferentes pruebas sobre la calidad del fruto con el paso de los días y, la gran noticia, hemos obtenido excelentes resultados para obtener un AOVE temprano de nueva cosecha 23 / 24

 

Es bien sabido que el sector oleícola se encuentra actualmente en un estado muy cambiante, durante el año 2023 las lluvias han sido bastantes escasas y hemos tenido un calor excesivamente preocupante. El clima afectó de manera más incisiva en el mes de abril con unas temperaturas altas extremas que afectaron a la etapa de floración, en ese punto clave es cuando se necesita unas temperaturas medias y lluvia.

De hecho, en algunos olivos se puede observar aceitunas de dos tamaños diferentes, el fruto más pequeño es lo que se conoce como segunda floración. ¿A qué se debe este fenómeno? Esto ocurre cuando las condiciones climatológicas no siguen su curso normal de primavera a verano. En este año, por ejemplo, como hemos comentado anteriormente, en abril llegamos a temperaturas muy altas después de haber tenido afortunadamente algunas lluvias, a continuación volvimos a tener la misma fase climática con lluvias en junio seguido del verano con las altas temperaturas de nuevo.

¿Qué sucede en estos casos?

Con la repetición de estas fases climáticas el olivar lo percibe como “una segunda primavera”, de ahí que pasara por una segunda floración dando lugar a un fruto más tardío y, que tendrá un tamaño inferior al nacido en el mes de abril.  El olivar coge un segundo pequeño impulso para hacer crecer ese fruto más pequeño y pequeño, pero desgraciadamente durante el proceso de crecimiento una importante cantidad de este fruto se perderá.

La sensible situación del sector del aceite de oliva prevé que este año será similar al anterior por la caída de producción que seguimos manteniendo frente a la demanda tan alta de nuestro oro líquido. A pesar de esto, Aires de Jaén apuesta por seguir con la línea de la innovación y la mejora constante en los procesos de producción de AOVE. Este año hemos invertido en nueva tecnología además de nuevas técnicas avanzadas para mejorar aun más si cabe, desde el cuidado del campo hasta la mejora de la elaboración en la almazara con nuevas técnicas para conseguir una calidad máxima.

Un punto a destacar por parte del consumidor es que el consumo doméstico no se ha visto afectado, es un cliente muy fiel a este producto tan importante en la dieta mediterránea que, como sabemos, es la principal grasa utilizada en nuestras cocinas y, es la base para que esta dieta sea un modelo alimentario altamente reconocido por la comunidad científica y la OMS (Organización Mundial de la Salud)

Acogemos esta nueva cosecha con gran esfuerzo y con ilusión de poder elaborar exquisitos AOVEs para distribuirlos alrededor del mundo. Como sabéis, estamos presentes en más de 50 países y seguimos trabajando para abrir nuevos caminos de trabajo, tanto en territorio nacional como internacional. Desde Finca Badenes abogamos por el consumo del aceite de oliva virgen extra y queremos seguir divulgando la cultura y tradición del oro líquido a través de Oleoturismo, una parte muy importante en el sector oleícola para  promocionar la historia del aceite de oliva así como su evolución a lo largo de los años.

Hace unos días, la revista Olive Oil Times publicó un artículo muy interesante sobre la nueva cosecha de aceite de oliva: