Finca Badenes está compuesta por tres tipos de plantaciones y cuatro variedades de olivo: picual, arbequina, frantoio y empeltre.
Dependiendo de la variedad y la plantación, la periodicidad del riego puede variar, sin olvidar por supuesto, que el factor principal es la climatología
Como sabemos, años atrás, ha habido escasez de lluvia, aunque cabe decir que este invierno – primavera hemos recibido una importante cantidad de agua que está ayudando a una posiblemente gran campaña de aceite de oliva 25/26. El factor lluvia o climatología son clave para el cultivo del olivar, dado que el árbol puede sufrir estrés hídrico aun contando con sistema de regadío, ¿por qué ocurre esto?
Se debe a varios factores como:
- Altas temperaturas y viento seco, aumentando la evapotranspiración, ésto hace que el olivo pierda agua más rápido de lo que es capaz de absorber su raíz.
- Composición del suelo, dependiendo de si son suelos arenosos, arcillosos, o de otro tipo, se consigue una mayor retención del agua y / o mejor penetración hacia las raíces del árbol.
- Carga productiva del olivo, es decir, si nos encontramos en un año en el que el árbol ha producido bastante fruto demandará más agua.
Las 200 hectáreas de olivar de Finca Badenes están distribuidas por sectores que nos ayudan a llevar mejor el control del regadío. Este sistema está automatizado y funciona por goteo, muy controlado en todo momento por nuestros compañeros del campo que conocen bien las necesidades de nuestras plantaciones. Como sabemos, nuestro clima mediterráneo conlleva inviernos normalmente suaves y lluviosos y veranos calurosos y secos, es decir, en los meses de verano los árboles necesitan más agua. En artículos anteriores hemos mencionado que nuestro olivar se encuentra bordeado por el río Guadalquivir pero no siempre se puede obtener agua del río, por ello, nosotros trabajamos a través de la economía circular y ¡reciclamos el agua de la aceituna! Te recomendamos vivir una de nuestras experiencias de Oleoturismo donde mostramos todas nuestras aportaciones al medio ambiente, estamos comprometidos con la sostenibilidad y el reciclaje.
Además de tener en cuenta la estación del año, el regadío también va a depender del tipo de cultivo y variedad de olivo. En nuestro caso, la variedad arbequina plantada en super intensivo es la que tiene una mayor necesidad de agua que las demás por dos motivos:
- Las condiciones propias del tipo plantación. Al tener un marco de distancia de 1,5m aprox. entre árbol y árbol, las raíces deben repartirse los metros cúbicos de agua que recoja este trocito de terreno.
- Igualmente también debemos tener en cuenta la mayor carga de fruto en un árbol de dimensiones más pequeñas, que como consecuencia exige más agua para sostener el crecimiento vegetativo y el crecimiento del fruto.
En el otro extremo encontramos nuestra variedad picual con menor necesidad de regadío por 3 casuísticas:
- Por su naturaleza propia tiene una mayor tolerancia al estrés hídrico, de ahí que su plantación sume el 80% aproximado de los árboles de la provincia de Jaén.
- Además, la anatomía de sus hojas es más robusta, tienen una cutícula más gruesa que contribuyen a la reducción de la pérdida de agua por transpiración.
- Su raíz principal es otro factor clave, ésta llega a explorar capas más profundas del suelo, donde la humedad es más estable.
- Por último, su marco de plantación en sistema tradicional con una distancia de 10 – 12m entre árboles ayuda a una mayor expansión de sus raíces que abarcan, a su vez, mayor extensión de tierra con posibilidad de humedad.
Comparando en este caso la variedad arbequina con la picual, un punto clave muy a favor de ésta última, es que va a sufrir menos caída prematura de hoja y fruto por un golpe de calor.
En Aires de Jaén trabajamos en consonancia con la climatología del entorno, adaptándonos a sus particularidades para obtener la máxima calidad en la elaboración de nuestros aceites de oliva vírgenes extra (AOVE)