El cambio climático es un mal que esta asolando a el mundo entero, no hay nadie que se encuentre exento de sus consecuencias. Prueba de ello son las temperaturas tan altas o incluso extremas que estamos viviendo prácticamente por todo el país. Es por eso que las medidas en contra de los efectos adversos de este cambio climático son más que necesarios.
La disponibilidad de recursos hídricos es uno de los mayores retos que España esta afrontando, y es que, los periodos de sequía no se van a ver reducidos con el tiempo, todo lo contrario, los expertos prevén. Desde 1990, España esta viendo como su aridez está en aumento, de forma lenta pero constante. La falta de lluvias y de humedad afecta a cada vez mas poblaciones como son Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha y el centro de Comunidad Valenciana, Orense, Navarra, centro y oeste de Aragón, los Pirineos orientales, la Región de Murcia, la provincia de Alicante y sur de la provincia de Almería.
Para nosotros, personas que vivimos por y para el campo, este peligro es algo que amenaza generaciones y generaciones de esfuerzo por parte de los agricultores que tanto han cuidado y trabajado la tierra, viéndose aquellos con medios más rústicos a adaptarse para que así su fruto no muera. Esto se puede ver de forma evidente, ya que entre 2010 y 2019, la superficie cultivada de regadío se ha incrementado un 14% mientras que la superficie cultivada total se redujo un 1,3%”.
Debido a esto, el índice de explotación de agua se ha visto incrementado de forma exponencial, la cuenca del Segura supera el 70%, la del Guadalquivir y Júcar un 50%, y así podríamos seguir con prácticamente todas. Además debemos recordad que un valor por encima del 20% ya representa estrés hídrico, y más allá de un 40% es considerado como una «fuerte competencia con dificultad para mantener ecosistemas saludables.»
Es por ello que el gobierno de España ha decidido sacar en 2022 un plan contra la desertificación de España, algo de vital importancia ya que el ultimo realizado fue en 2008. En este se tratarán de estudiar y entender las causas que están originando esta desertificación, y que medidas se pueden tomar para frenarla sin vaciar de agua al País. Una medida difícil pero necesaria para que los 749.700 agricultores que hay en España puedan subsistir y seguir proveyéndonos de alimentos sanos y que conserven todas sus propiedades.